Mourinho, The Special One.

Mourinho, The Special One.

“Yo soy José Mourinho, uno que ha venido aquí con todas sus cualidades y todos sus defectos”. Con estas palabras se presentó el portugués el 31 de mayo de 2010 en la rueda de prensa que lo presentaba oficialmente como entrenador del Real Madrid. Desde entonces, todo eso ha cambiado, especialmente su palmarés impecable que se ha visto manchado en el club madridista. Es amado y odiado a la vez. Lo que está claro es que no pasa desapercibido allá por dónde va. Vamos a conocer las claves para conocer al técnico portugués:

Gran profesional. Sus amplios conocimientos sobre el fútbol, su meticuloso estudio sobre el rival, su amplia dedicación a su profesión, su perseverancia y su habilidad como estratega son pequeños grandes detalles que lo hacen único El lema de su juego es dominar o controlar el juego, algo que han hecho de Mourinho ser uno de los mejores entrenadores de la historia.


No asume el fracaso. No es algo nuevo en el técnico portugués que tienda a atribuirse los logros y culpar de sus fracasos a los demás: jugadores, árbitros, etc. Es cómo si hubiera una teoría de la conspiración contra el. No valora los éxitos de los demás sumergiéndose siempre en la critica a los que puedan hacerle sombra. En su mentalidad de ganador no existe la palabra “derrota”.


Egocéntrico. Si prestamos atención a sus palabras en rueda de prensa siempre habla de sus títulos y su carrera profesional. Se preocupa de los beneficios del club con el que trabaja porque es la entidad a través de la cual llega a sus objetivos. Su meta es ganar títulos para el en primer lugar, después para el club.


Sincero. De eso no cabe duda que todo lo que piensa lo dice, siempre con soberbia e ironía. Es directo y le gusta el cara a cara. A pesar de que muchas palabras las tenga minuciosamente estudiadas, también es una persona muy impulsiva algo que le ha traído muchas consecuencias en sus actos y declaraciones, como las expulsiones en varios partidos.


Gran motivador: es capaz de mover masas dentro y fuera del vestuario. Es capaz de hacerle a sus jugadores que son los mejores en su posición. Hace una impecable gestión en el vestuario por su gran capacidad de comunicación y su inteligencia emocional.

Carismático: tiene una personalidad muy característica con valores muy definidos que provoca una adherencia o rechazo a su estilo. O estás con el o contra el, pero no existe un punto intermedio.


Provocador. Tal vez porque le guste ser el centro de atención, o le guste el rol de personaje polémico porque sabe que obtiene respuestas cuando lleva a cabo estas palabras o acciones, o por quitar presión psicológica a sus jugadores y cargársela a sus espaldas. De hecho, en partidos en los que hay una gran expectación el sale antes que sus jugadores para ser el quien soporte la presión. Seguramente, este sea su papel en el mundo del fútbol, siendo con su familia y sus amigos una persona totalmente diferente. Pero cada rueda de prensa que ofrece es sinónimo de espectáculo. Nunca se sabe que declaración va a hacer.


Liderazgo: tiene la capacidad de influir en sus jugadores hasta el punto de dirigir los partidos a la dirección más provechosa para lograr los objetivos. Motiva dando ejemplo, haciendo ver que el está dándolo todo por el equipo y que trabaja a muerte para cumplir las metas que se han fijado y que espera eso mismo de sus jugadores: lucha y cohesión. Es una de las claves de su éxito, dar ejemplo para motivar a su equipo.

Su salida del Real Madrid ha sido muy polémica, de ser adorado cuándo llego a España a perder un gran número de seguidores por no ganar los títulos que se esperaban o tomar decisiones en el 11 inicial que no han sido bien vistas por la afición. Dejando a un lado su personalidad y teniendo en cuenta su faceta cómo entrenador, no hay que olvidar que en cualquier deporte no todo es el resultado sino también los cambios positivos que se producen dentro de una plantilla: Tres títulos, ganar al mejor Barça de la historia, récord de puntos y este año semifinal en Champions, final de Copa del Rey y segundo en Liga, no son títulos dignos de un gran club cómo es el Real Madrid pero es una mejora en comparación con los últimos años. Es difícil gestionar un equipo joven construido a base de grandes fichajes y grandes egos que de no ser un líder más estricto o controlador (en el buen sentido de la palabra) el equipo puede perder el control.

Mourinho puede gustar más o menos por sus métodos pero consigue números, estadísticas y victorias. No se toma el fútbol como un juego, se lo toma demasiado en serio y puede que no sepa disfrutarlo. Pero desde luego las victorias también dan grandes alegrías. En su nueva andadura por el Chelsea veremos lo que es capaz de seguir haciendo, de momento ya sabemos lo que es tenerlo en la liga española y desde luego no ha pasado desapercibido.

*Lucía Moreno

Psicóloga de la salud y deportiva.
Twitter: @luciamorenopsic