viernes, 22 de febrero de 2013

Los perfiles del fútbol: STEVAN JOVETIC.

El ecosistema en el que se encuentra  Stevan Jovetic no puede ser más placentero para su desarrollo. Forma parte de una entidad que prima la búsqueda del jugador técnico ubicada en una región donde el artista foráneo es bien recibido, incluso alabado, y que necesita un ídolo emergente para  proyectar  su identidad especial en él. El nivel de exigencias no va a ser máximo y el amor que profesan los aficionados al ídolo local es grande, muy grande. El natural de Florencia se enorgullece de que los nombres más importantes de su historia sean artistas. Y el fútbol no es una excepción. 

Y aquí tenemos que decir que el joven talento balcánico es un artista, un artista del fútbol. Jugador de una capacidad técnica abrumadora, domina las dos piernas –siendo diestro- y muestra una sensibilidad con el balón extraordinaria ya que domina todas las superficies de contacto con el mismo. Es normal verle golpear  de empeine, con el exterior, con el interior e incluso dominar como pocos el golpeo de tacón. Su precisión en los envíos es enorme, domina todo el rango de longitudes en el pase, mostrando una capacidad para el desplazamiento largo o el cambio de orientación sublimes. A eso se une una toma de decisiones muy acertada con cual debe ser la superficie ideal para cada ocasión y que conlleve la mayor precisión en el menor tiempo posible del gesto técnico. 

Visión periférica, gran velocidad en las piernas, capacidad para el cambio de orientación del cuerpo en carrera, lectura del posicionamiento corporal que requiere la jugada o desborde en conducción son cualidades que Jovetic posee de manera innata. Pero lo que realmente llama la atención y convierte a Stevan en un jugador especial es su capacidad para desarrollar sus cualidades en espacios muy reducidos, siendo aquí casi único. Todo esto lo corona con una capacidad para el disparo enorme, potencia y colocación van unidas de la mano.  En estas lides, en el remate, opta siempre por el golpeo raso o a media altura, siendo casi imposible ver a Jovetic lanzar por encima de la portería rival.  Su disparo es duro, seco y busca preferentemente la base del palo o la media altura pero en zonas cercanas al poste de la portería. 

Si bien, técnicamente es un jugador superdotado y un auténtico talento de los que no abundan , físicamente no podemos decir lo mismo de él. Stevan es un futbolista de una planta extraoridnaria, 183 cm, 79 kg que le dan corpulencia y una envergadura muy grande. Sin embargo no desarrolla sus potenciales capacidades físicas de la misma manera que las técnicas. No domina el juego aéreo, es torpe en el juego de espaldas, le cuesta el giro de cara a portería-acomete muchas pérdidas en las recepciones de espaldas, pese a que su técnica del control es grande incluso en el orientado- y en el cuerpo a cuerpo no suele ganar las disputas. Los balones divididos no los ataca de manera habitual, no es agresivo en la presión y es más fácil verlo hacer un gol que recuperar una pelota-su  número de recuperaciones es alarmantemente bochornoso-. Toda la velocidad que muestra en los pies y la flexibilidad de sus tobillos, se queda en muy poco en carrera. 

Es un futbolista que es puro engaño en lo físico. Todo lo que su cuerpo parece querer mostrar no se le ve cuando la pelota comienza a rodar. 

En las dos últimas temporadas sus entrenadores le han reubicado a la posición de delantero. Esto es algo habitual en Italia y él no ha podido escapar de la máxima del Calcio que dice que Trequartista original que no tiene rendimiento  sin balón pasa a ser delantero. Es muy normal que la Serie A nos muestre equipos de repliegue medio-intensivo y que se activan en el último tercio del campo propio en las tareas defensivas. La Fiorentina no contradice el modelo habitual defensivo italiano. Esto ha llevado a Jovetic a la punta del ataque desde la mediapunta. Al talento se le libera del trabajo, y más si ese talentoso jugador no es un prodigio en el trabajo defensivo, y se le da libertad absoluta sin balón. 

Stevan desde la posición de delantero ha perdido mucho peso en el juego. Sus intervenciones son generalmente cortas, lo cual sorprende en exceso con su nivel técnico. Pasa por ser uno de los jugadores de la Fiorentina que menos posesión de balón tiene y de los que menos metros recorren. Es nornal verle grandes fases del juego desconectado, y así su futbol pasa desapercibido. Jovetic es un futbolista de élite con balón pero mediocre sin él. Sus desmarques siempre son de apoyo, las rupturas sólo se producen cuando tira paredes para continuar la jugada pero la primera recepción siempre es pidiéndola al pie. Si no consigue una orientación lateral o frontal las pérdidas se multiplican en la recepción de pelota. Su nivel de recuperación es horrible y la repercusión en el juego directo casi nula. 

Sin embargo el jugar 15 metros más adelantado le ha hecho subir sus registros goleadores casi al doble. Si antes goleaba cada 300 minutos, ahora promedia un gol por debajo de los 150 minutos de juego. Se ha convertido en el Cappo Canonieri de su equipo. El número de disparos crece pero no así el de remates. No domina el área, no es agresivo en la búsqueda de los centros laterales y sus rupturas son escasas para el disparo de primeras. Sus goles nacen desde el disparo. Es muy habitual verle tirar diagonales en conducción y buscar paredes partiendo de zonas laterales-mucho más y mejor desde la izquierda- para armar el disparo de media distancia buscando la base del palo largo. 

Mentalmente parece retraído, Montella le saca del juego y de  la elaboración por mucho que el alterne buscar juego por detrás de balón y por delante. Su desempeño crece al jugar por detrás del mismo aunque sus acciones no se alarguen en el tiempo. Su rendimiento se atisba que debería ser mayor, pese a no ser malo. Pero su protagonismo en el juego no es lo suficientemente alto como su nivel técnico debe exigir. 

Jovetic esta temporada se nos presenta como un perfume muy caro. Su calidad es sublime, su fragancia destapa grandes sensaciones en los sentidos cuando nos embarga, pero aparece siempre en un frasco poco tamaño. Nos deja muestras pequeñas siempre, no es continuo. Le han restringido la zona de acción, le piden que marque diferencias en zonas letales, en situaciones de espacios reducidos, en la definición. Y cumple. Pero esperamos más de él. Tampoco le ayuda que su acompañante en la punta sea un jugador de apoyos no rupturas-como El Hamdaoui o Ljajic-. Mezcla mucho mejor con Luca Toni, un tanque de área, y la mejor noticia puede ser la llegada de Rossi a Florencia para que volvamos a ver a un Stevan Jovetic más continuo. 

Esa continuidad es la que debe sacarlo de la Fiorentina a un club de primer nivel mundial. De esta manera los disfrutaríamos más todos en escenarios mucho más exigentes. 

AUTOR: Miguel

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